lunes, 18 de noviembre de 2013

La Flor del Espíritu Santo

La Flor del Espíritu Santo fue declarada el 21 de octubre de 1980 distintivo nacional de Panamá.
Científicamente “La Flor del Espíritu Santo”, se le conoce como “La Peristeria Elata”.  Su belleza natural  nos muestra entre algunas cualidades la forma de una paloma blanca con sus pétalos abiertos (representando la figura de dos alas), su mayor esplendor se aprecia durante los meses de julio, agosto, septiembre extendiéndose hasta el mes de octubre; la misma expide una fragancia natural y es de color blanco.
En la provincia de Herrera específicamente en la comunidad de las Minas se aprecian diferentes producciones de orquídeas, destacándose por su belleza nuestra Flor Nacional.  Es importante mencionar que en nuestras regiones se conserva dicha flor  únicamente en exhibición y no permiten su venta, ya que está en peligro de extinción.
En Panamá, además de  la Flor del Espíritu Santo contamos con hermosos paisajes y la hospitalidad de su gente así, como otras bellezas extraordinarias que invitan a conocer nuestro país.



28 de Noviembre

La Independencia de Panamá o Independencia de Panamá de España fue el proceso emancipador desarrollado entre el 10 de noviembre y el 28 de noviembre de 1821 por el cuál Panamá rompe los lazos coloniales que existían entre su territorio y el Imperio español, dando así término a 320 años de vida colonial.
El movimiento panameño de independencia de la Corona Española se inicia el 10 de noviembre de 1821 con la Independencia de la Villa de Los Santos dirigido por Segundo Villareal, el cual contó con el respaldo de otras ciudades de la provincia como Natá, Penonomé, Ocú y Parita.
Se proclama finalmente la Independencia de Panamá, el 28 de noviembre de 1821 y acto seguido, esta nación decide de manera voluntaria unirse a la Gran Colombia, junto con Venezuela, Ecuador y Colombia.
El 1 de diciembre de ese mismo año, en la ciudad de Santiago se proclamó la Independencia de la Provincia de Veraguas del poder español, la cual se une al movimiento independentista de Panamá y por ende, se adhiere a la Gran Colombia.
Estos acontecimientos representan la única y verdadera Independencia de Panamá. 

 Situación Económica y Política del Istmo

A diferencia de la demás colonias, Panamá fue una colonia fiel a la Corona Española debido al comercio. A comienzos del siglo XIX, la postrada economía del Istmo se reactivó, a causa de las medidas tomadas por España, la cual le dio autorización al comercio con posesiones extranjeras en el Caribe. En 1808 el gobernador Juan Antonio de la Mata abrió el río Chagres a las transacciones mercantiles con Jamaica y pronto Portobelo se sumó a tales actividades. No se hizo esperar el aumento del contrabando y la rápida obtención de ganancias por parte de los comerciantes locales. Estos ante la invasión de Napoleón Bonaparte en la Península Ibérica, enviaron fuertes donativos en dinero y especias a las juntas que luchaban contra tal imposición en el trono español.
Tales gestos de lealtad de los criollos panameños hacia la Corona Española y a Fernando VII, no se circunscribieron en el ámbito europeo; también existieron los donativos patrióticos para contribuir a la sofocación de las revueltas independentistas en Hispanoamérica y en especial con el restablecimiento del virreinato en Panamá. Mientras el virrey Benito Pérez obtenía fuertes contribuciones de los mercaderes locales, ignoraba el desmedido contrabando procedente de Jamaica y ampliaba el comercio de los istmeños con los lejanos puertos del Pacífico mexicano. Dio, además, su aprobación para que en Panamá se creara un Tribunal de Consulado con jurisdicción propia aunque tal proyecto no prosperó por la intervención de la Real Audiencia y el desinterés de las autoridades metropolitanas.
Desde entonces, Panamá pasó a ser el bastión realista y punto de envío de tropas españolas para la sofocación de los rebeldes independentistas en América del Sur. Por otro lado, al esta cerrada la ruta por el Cabo de Hornos por las fuerzas patriotas del Sur de América, nuevamente cobró vida el tránsito de mercadería por Panamá. Sin embargo, para el año de 1814, con la intensificación de las batallas por la independencia, la Corona Española ordenó la cancelación del libre comercio con Sudamérica. Este acto provocó un descontento masivo en los mercaderes y en la población en general. Fue así, que comienza a germinar un sentimiento de nacionalismo y autodeterminación; nace en los istmeños los deseos de independencia. Aunado a esto, la población no soportaba más la carga de tributos de guerra, el reclutamiento forzoso para la guerra, las persecuciones políticas y la paralización de las operaciones mercantiles, particularmente por el cierre del puerto en el río Chagres.

Escudo

El 13 de noviembre de 1903 el entonces Ministro de Gobierno de Panamá, Eusebio A. Morales, firmó una invitación para realizar un Concurso en el cual se recibirían proyectos de modelo para el Escudo Nacional, y los cuales debían ser entregados en el Ministerio de Gobierno en pliegos cerrados, marcados con contraseñas indicativas de los nombres de los autores.
El 27 del mismo mes la Junta de Gobierno Provisional, integrada por J. A. Arango, Tomas Arias y Manuel Espinosa Batista, firmó junto con Eusebio Morales el Decreto No. 19, donde se creó un jurado compuesto de cinco personas competentes con el fin de que se hiciera la elección del emblema que debería adoptarse. Este jurado estaba integrado por Ciro Urriola, Jerónimo De La Ossa, Manuel Amador, Ricardo Arango y Juan José Méndez; dicho decreto señaló un término de ocho días para cumplir sus funciones.

Se presentaron un total de 103 diseños, los cuales reposan en un archivo dentro de la Asamblea Nacional. Uno de ellos estaba firmado con las iniciales N.V. que correspondían a Don Nicanor Villalaz Lamela, quien lo presentó a última hora por no encontrarse su hermano Sebastián en el país y no tenía a disposición a alguien que plasmara sus ideas.

Bandera

Durante la colonia, la bandera de Panamá era la bandera del Reino de España, siendo primero la capital de Tierra Firme, luego su territorio fue incorporado al Virreinato del Perú y finalmente anexado al Virreinato de Nueva Granada tras su creación.

Durante el período de unión a Colombia (desde 1821 hasta 1903), la bandera de Panamá era la misma de Colombia, con la distinción que en su centro llevaba el escudo de la república rodeado de un óvalo que llevaba la inscripción "Provincia del Istmo".

La bendijo el reverendo padre Fray Bernardido de la Concepción García, Capellán Castrense, y fueron sus padrinos Don José Agustín Arango con Doña Manuela M. de Arosemena y el Dr. Jerardo Ortega con Doña Lastenia U. de Lewis. 


La bandera panameña fue ideada por Don Manuel Encarnación Amador Guerrero y fue confeccionada por Doña María De La Ossa de Amador. Don Manuel E. Amador G. tomó como referencia para el boceto consideraciones políticas, características de los partidos políticos ideados por dos (2) colores (el Liberal representado por el color rojo y el Conservador representado por el color azul). El blanco simboliza la paz a la cual llegaban ambos partidos. Las estrellas señalaban la rectitud, la fuerza y la autoridad características del desarrollo del país. 

Himno

En el año de 1889, llega de Peralta, España, Santos Jorge Arbitriano, un músico estudiado. Cuando llegó a Panamá, comenzó como organista de la catedral y maestro de canto de las escuelas públicas y primarias. En 1892 es nombrado director de la banda (militar) del batallón Ecuador, y luego desempeñó ese mismo cargo pero en la recién fundada Banda Republicana.

Para 1897, compuso la música de una canción para las escuelas que título Himno Patriótico Istmeño. La letra era obra de Juan Augusto Torres, secretario de instrucción pública para esa época. La composición caló tanto entre la población, que no sólo los estudiantes la cantaban, sino que los mayores también.

En 1903, William I. Buchanan, primer embajador y ministro plenipotenciario de Estados Unidos ante Panamá, iba a presentar credenciales ante la Junta Provisional de Gobierno, y no había un himno para interpretarlo, tal como lo exigía el protocolo usual. Santos Jorge sugiere, que se utilice su himno para tal ocasión, lo que fue aceptado, ya que la canción estaba respaldada por el público en general. El mismo compositor le pidió a su amigo Jerónimo de la Ossa que elaborara una letra a lo cual accedió.

En 1906, la Asamblea Nacional adopta el himno de acuerdo con la Ley 39 y en forma provisional, ya que se pensaba efectuar un concurso para escoger una nueva composición. El pueblo panameño lo volvió a escoger. Más tarde en la Constitución de 1941, se incluye un artículo que adopta en forma definitiva el llamado Himno Nacional.

El historiador Rommel Escarreola explica que el Himno Nacional, adoptado en 1906, forma parte de los tres símbolos sagrados que tiene la Nación.


3 de Noviembre

José Domingo De Obaldía sería nombrado gobernador del Istmo, este cargo ya lo había desempeñado con anterioridad; pero él se sentía inclinado hacia la idea de la separación.
José Agustín Arango, político istmeño, empezó a trabajar en secreto en la preparación del movimiento separatista. Una junta revolucionaria clandestina se formó en torno suyo para planificar una revolución destinada a consolidar la separación del Istmo de la soberanía colombiana, para negociar directamente con Estados Unidos la construcción del canal. La red conspirativa estaba conformada aparte del propio Arango, por Manuel Amador Guerrero, médico; Nicanor de Obarrio, militar y general del ejército colombiano y por otros como Ricardo Arias, Federico Boyd, Carlos Constantino Arosemena, Tomás Arias y Manuel Espinosa Batista. Pero la parte operativa, la de mayor riesgo, le tocó a Amador Guerrero, quien viajó a Estados Unidos en busca de apoyo para el plan, ya que las fuerzas norteamericanas habían ayudado en el pasado al ejército colombiano. También obtuvo en Panamá el apoyo de importantes jefes liberales y el apoyo del comandante militar Esteban Huertas.
Con todos estos apoyos, se concertó la puesta en marcha del plan separatista para un día no definido del mes de noviembre de 1903. Sin embargo, un rumor generado en Colombia estuvo a punto de dar al traste con el plan. Informes recibidos daban cuenta de una supuesta invasión nicaragüense al Istmo por la región de Calovébora, sobre la costa norte panameña. Este informe, y los rumores insistentes sobre algo que se tramaba en Panamá, hicieron que Colombia movilizara al Batallón Tiradores desde Barranquilla. El comandante de ese batallón traía secretamente instrucciones para reemplazar a José Domingo De Obaldía y al general Esteban Huertas, en quienes ya no se confiaba en Bogotá.
El Batallón Tiradores, al mando del general Juan B. Tovar y Ramón G. Amaya, llegó a la ciudad de Colón en la mañana del 3 de noviembre de 1903. No tuvo problemas para desembarcar, pero su transporte hacia la ciudad de Panamá sufrió muchos contratiempos por la complicidad de las autoridades del Ferrocarril Transístmico con los conjurados, entre ellas el superintendente norteamericano J.R. Shaler. Después de muchas excusas, el Estado Mayor pudo desplazarse hacia la capital. En Colón quedó la tropa bajo el mando del coronel Eliseo Torres.
Una vez llegados a ciudad de Panamá, Juan B. Tovar y sus otros oficiales fueron arrestados por instrucciones del general Esteban Huertas, quien estaba al mando del Batallón Colombia, cuya jefatura pretendía reemplazar al recién llegado general.
Al enterarse de la inminente acción revolucionaria, el comandante John Hubbard del buque norteamericano «Nashville», entonces en las aguas del puerto y quien había retrasado previamente el desembarco de las tropas colombianas en Colón, procedió a impedir su transporte y cualquier desembarco posterior, argumentando que debía respetarse la "neutralidad" del ferrocarríl, un argumento que las autoridades norteamericanas habían empleado en anteriores ocasiones en sentido contrario.
Apresado el contingente militar colombiano y congelada la movilización de las tropas en Colón, se apresuraron las acciones para declarar la separación del Istmo. La Junta Revolucionaria procedió entonces a declarar esa misma tarde, la separación del Istmo. Algunos panameños asaltaron las armerías y tomaron las armas, pero no fue necesario usarlas. Por representar a la autoridad colombiana fue puesto bajo custodia el gobernador José Domingo de Obaldía.
Una escuadrilla naval anclada en la bahía de Panamá fue obligada a rendirse sin oponer resistencia. El Consejo Municipal se reunió bajo la Presidencia de Demetrio H. Brid (autoridad máxima en el territorio panameño ante el surgimiento de un gobierno de facto), y proclamó en un acta de voluntad del pueblo de ser libre y de establecer un Gobierno propio, independiente, y soberano bajo el nombre de República de Panamá. Demetrio H. Brid se convirtió entonces en el Primer Presidente de facto de la recién formada República de Panamá, nombrando el 4 de noviembre de 1903 a la Junta de Gobierno Provisional que se encargaría de la administración del Estado hasta que la Convención Nacional Constituyente en febrero de 1904 designara a Manuel Amador Guerrero como el primer Presidente Constitucional de la República de Panamá.