José Domingo De Obaldía sería nombrado
gobernador del Istmo, este cargo ya lo había desempeñado con anterioridad; pero
él se sentía inclinado hacia la idea de la separación.
José Agustín Arango, político istmeño, empezó a trabajar
en secreto en la preparación del movimiento separatista. Una junta
revolucionaria clandestina se formó en torno suyo para planificar una
revolución destinada a consolidar la separación del Istmo de la soberanía colombiana,
para negociar directamente con Estados Unidos la construcción del canal. La red
conspirativa estaba conformada aparte del propio Arango, por Manuel Amador Guerrero,
médico; Nicanor de Obarrio,
militar y general del ejército colombiano y por otros como Ricardo Arias, Federico Boyd, Carlos
Constantino Arosemena, Tomás Arias y Manuel Espinosa Batista.
Pero la parte operativa, la de mayor riesgo, le tocó a Amador Guerrero, quien
viajó a Estados Unidos en busca de apoyo para el plan, ya que las fuerzas
norteamericanas habían ayudado en el pasado al ejército colombiano. También obtuvo en Panamá el apoyo de
importantes jefes liberales y el apoyo del comandante militar Esteban Huertas.
Con todos estos apoyos, se concertó la puesta en marcha
del plan separatista para un día no definido del mes de noviembre de 1903. Sin
embargo, un rumor generado en Colombia estuvo a punto de dar al traste con el
plan. Informes recibidos daban cuenta de una supuesta invasión nicaragüense al Istmo por la región de Calovébora,
sobre la costa norte panameña. Este informe, y los rumores insistentes sobre
algo que se tramaba en Panamá, hicieron que Colombia movilizara al Batallón
Tiradores desde Barranquilla. El comandante de ese batallón traía secretamente
instrucciones para reemplazar a José Domingo De Obaldía y al general Esteban
Huertas, en quienes ya no se confiaba en Bogotá.
El Batallón Tiradores, al mando del general Juan B. Tovar
y Ramón G. Amaya, llegó a la ciudad de Colón en la
mañana del 3 de noviembre de 1903. No tuvo problemas para desembarcar, pero su
transporte hacia la ciudad de Panamá sufrió
muchos contratiempos por la complicidad de las autoridades del Ferrocarril
Transístmico con los
conjurados, entre ellas el superintendente norteamericano J.R. Shaler. Después
de muchas excusas, el Estado Mayor pudo desplazarse hacia la capital. En Colón
quedó la tropa bajo el mando del coronel Eliseo Torres.
Una vez llegados a ciudad de Panamá, Juan B. Tovar y sus
otros oficiales fueron arrestados por instrucciones del general Esteban
Huertas, quien estaba al mando del Batallón Colombia, cuya jefatura pretendía
reemplazar al recién llegado general.
Al enterarse de la inminente acción revolucionaria, el
comandante John Hubbard del buque norteamericano «Nashville», entonces en las
aguas del puerto y quien había retrasado previamente el desembarco de las
tropas colombianas en Colón, procedió a impedir su transporte y cualquier
desembarco posterior, argumentando que debía respetarse la
"neutralidad" del ferrocarríl, un argumento que las autoridades
norteamericanas habían empleado en anteriores ocasiones en sentido contrario.
Apresado el contingente militar
colombiano y congelada la movilización de las tropas en Colón, se apresuraron
las acciones para declarar la separación del Istmo. La Junta Revolucionaria
procedió entonces a declarar esa misma tarde, la separación del Istmo. Algunos
panameños asaltaron las armerías y tomaron las armas, pero no fue necesario
usarlas. Por representar a la autoridad colombiana fue puesto bajo custodia el
gobernador José Domingo de Obaldía.
Una escuadrilla naval anclada en la bahía de Panamá fue obligada
a rendirse sin oponer resistencia. El Consejo Municipal se reunió bajo la
Presidencia de Demetrio H. Brid (autoridad
máxima en el territorio panameño ante el surgimiento de un gobierno de facto), y proclamó en un acta de voluntad del
pueblo de ser libre y de establecer un Gobierno propio, independiente, y
soberano bajo el nombre de República de Panamá. Demetrio H. Brid se convirtió
entonces en el Primer Presidente de
facto de la recién formada
República de Panamá, nombrando el 4 de noviembre de 1903 a la Junta de Gobierno
Provisional que se encargaría de la administración del Estado hasta que la
Convención Nacional Constituyente en febrero de 1904 designara a Manuel Amador
Guerrero como el primer Presidente Constitucional de la República de Panamá.